Thursday, September 21, 2006
las horas y no la vida
la caricia es un modo de ser del sujeto en el que el sujeto, por el contacto con otro, va más allá de ese contacto… lo acariciado propiamente hablando no se toca. No es la suavidad o el calor de la mano que se da en el contacto lo que busca la caricia… la caricia no sabe lo que busca.
en lo desordenado de las caricias hay la confesión de un acceso imposible, de una violencia fracasada, de una posesión rechazada. Hay también el ridículo trágico del simulacro del comer en el beso y el mordisco. Como si se equivocase uno en la naturaleza del deseo, confundido primero con el hambre que busca algo, y se descubriese entonces como hambre de nada. El otro es precisamente esta dimensión sin objeto.
la caricia es la espera de ese puro porvenir sin contenido. Es en este sentido que las caricias no profesan método alguno ni apuntan a otro fin que el acariciar...
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