“¿hacia donde voy desde aquí?- preguntó Alicia-
Eso depende de donde quieras llegar- respondió una sonrisa desde el árbol-
No lo sé, a cualquier parte- repuso la niña-
Entonces no importa hacia donde vayas, siempre que camines bastante, llegarás a algún lugar”
Extracto de Alicia en el País de las Maravillas, Lewis Carrol.
Mientras nos vimos enfrentados al encuentro colectivo entre cuerpos, que por medio de la transferencia de afectos, generó un contra poder; que fue el movimiento secundario de principios de año, presenciamos por primera vez la nueva imagen que se forma a partir de un espejo roto.
En el desarrollo teórico del psicoanalista J. Lacan el estadio del espejo se encuentra en el terreno de lo imaginario; que se complementa con lo real inasible e indecible y lo simbólico identificado como aquello que enfrenta al sujeto a un “Gran Otro” y que lo integra al orden simbólico por medio del lenguaje (representado en la figura paterna o el nombre del padre).
Desde aquí identificamos el estadio del espejo como lo que acontece a los niños entre los 6 y 18 meses, donde, por primera vez, “reconocen”, su propia imagen en el espejo. Espejo que proyecta la imagen que tiene de él (el niño) otro distinto (su madre) y a través de la cual este construye su propia imagen de si mismo. Se identifica.
Este estadio marca una brecha entre el sujeto y el propio self que nunca puede ser superada. De aquí en más seguiremos siendo la imagen que alguien proyecta de nosotros. Seguiremos viéndonos como nos ven; a través de un espejo que muchas veces nos refleja humanos, pero menos humanos que otros. Un espejo que nos hace reconocernos como un otro subalterno y que, muchas veces, puede devenir en la identificación del espectador con el actor.
Como el mismo Lacan dice: “El estadio del espejo es un drama… para el sujeto, presa de la ilusión de la identificación espacial, maquina las fantasías que se sucederán desde una imagen fragmentada del cuerpo hasta una forma que llamaremos ortopédica de su totalidad- y a la armadura por fin asumida de una identidad enajenante, que va a marear con su estructura rígida todo su desarrollo mental”
Este espacio de lo imaginario que es el estadio del espejo es algo profundamente sedimentado en nuestra propia experiencia, pero sepultado bajo la racionalidad adulta de la vida cotidiana (y bajo el ejercicio de lo simbólico). Es ya una alineación; pues el sujeto ha sido cautivado por su imagen especular.
En directa relación con lo anterior es que quiero plantear al movimiento secundario como un movimiento que logra romper con esa imagen que aparece de nosotros mismos ante el espejo, que son los otros y sus imágenes de nosotros.
Mientras la ley, el estado, los medios de comunicación masivos y los adultos (padres) sostienen una imagen de estudiante secundario que no esta ni ahí, que es incapaz de tomar el control de sus actos, que no tiene la constancia y disciplina necesarias para articular y mantener un movimiento que pase de la mera reacción adolescente; los secundarios han sido capaces de verse a si mismos de manera destinta. De conocerse desde si mismos, o por lo menos desde una imagen que emerge de otro cercano, que se sienta de su lado en la sala de clases. De construir una imagen de si mismos que, al final del día, no los hace aparecer como subalternos, sino como sujetos de poder y de cambio.
Desde aquí, ¿hacia donde pueden ir desde aquí? Donde quieran.
Ellos han roto el espejo.
Sunday, December 24, 2006
Delito Infantil. Extracto.
Respecto del delito infantil se reconocen, claramente, dos voces ; la de la ley y las instituciones encargadas de aplicar castigo y la de los niños como sujetos transgresores de la ley.
Para la ley, en primer lugar, el niño se reduce a delincuente y luego se intentan rescatar algunos de sus aspectos constituyentes como niño. Así; la familia y los afectos se traducen a situación de riesgo social, la escuela en deserción escolar y toda su acción cotidiana en ilegitima. Todo lo cercano y reconocible para el niño se transforma en abstracción irreducible a la práctica para el sujeto.
Mientras que para el niño, dada su condición de niño, la comprensión del mundo (y así la posible comprensión del castigo) se da en términos de su experiencia cotidiana, la ley, a través de las instituciones, separa al niño de su mundo significativo; desprendiéndolo así de sus herramientas de traducción y elaboración de discursos. Así como de sus relaciones sociales y afectivas más profundas y necesarias.
Si bien es cierto; es posible que el niño comprenda algunos grados de abstracción, estos siempre deben emerger de prácticas recurrentes y reconocibles para él.
Así, desde la perspectiva del niño, se le esta persiguiendo por hacer lo que es.
Dada la mencionada capacidad de abstracción ligada a la práctica que manejan los niños; sus procesos de identificación y definición de si mismos y de su entorno; de que se es, de quiénes son, así como la percepción de que esta bien y que esta mal, esta íntimamente ligada a lo que se hace. Hacer entendido como acto, acción y práctica. Como movimiento, intención asociada al acto (no necesariamente manifiesta) y acción recurrente y constitutiva de verdad.
Es así, entonces, como la ley y las instituciones además de estigmatizar al niño, de etiquetarlo, y de impulsarlo a actuar como es nombrado y tratado ; castiga sin un fin social. Para que el castigo cumpla alguna de sus funciones educadoras, es necesario, en primer lugar, que el castigado entienda porque esta siendo sancionado. Además; existe un sistemático olvido de la pregunta por las motivaciones del niño trasgresor. Es cierto lo dicho respecto de la capacidad de abstracción del niño; pero esto no significa que no sea capaz de desarrollar motivaciones y justificaciones de su acción, siempre ligadas a su práctica. En este caso; se establecen, claramente, motivaciones afectivas asociadas al núcleo más cercano de relación y protección que, cuando se trata de delito infantil, suele coincidir con el grupo que participa de la acción/delito.
Si se desconoce el aspecto motivacional del delito infantil, como se ha venido haciendo, el tratamiento de este será inevitablemente fallido, pues se intervendrá sobre el niño como si este fuera un agente pasivo, mere receptor de estímulos sin capacidad de intención, o se identificaran intenciones distintas de las elaboradas intersubjetivamente por el propio niño.
Como se puede ver el dialogo entre ley y sujeto trasgresor; entre instituciones y niño, no es posible dada la intención de hacer al niño hablar en el lenguaje de la institución. Se desarrolla toda una estructura legal e institucional para castigar y re- educar sin oír al niño, y sin permitirle hablar. Así no hay comunicación posible. No hay mejora posible sin comunicación.
Para la ley, en primer lugar, el niño se reduce a delincuente y luego se intentan rescatar algunos de sus aspectos constituyentes como niño. Así; la familia y los afectos se traducen a situación de riesgo social, la escuela en deserción escolar y toda su acción cotidiana en ilegitima. Todo lo cercano y reconocible para el niño se transforma en abstracción irreducible a la práctica para el sujeto.
Mientras que para el niño, dada su condición de niño, la comprensión del mundo (y así la posible comprensión del castigo) se da en términos de su experiencia cotidiana, la ley, a través de las instituciones, separa al niño de su mundo significativo; desprendiéndolo así de sus herramientas de traducción y elaboración de discursos. Así como de sus relaciones sociales y afectivas más profundas y necesarias.
Si bien es cierto; es posible que el niño comprenda algunos grados de abstracción, estos siempre deben emerger de prácticas recurrentes y reconocibles para él.
Así, desde la perspectiva del niño, se le esta persiguiendo por hacer lo que es.
Dada la mencionada capacidad de abstracción ligada a la práctica que manejan los niños; sus procesos de identificación y definición de si mismos y de su entorno; de que se es, de quiénes son, así como la percepción de que esta bien y que esta mal, esta íntimamente ligada a lo que se hace. Hacer entendido como acto, acción y práctica. Como movimiento, intención asociada al acto (no necesariamente manifiesta) y acción recurrente y constitutiva de verdad.
Es así, entonces, como la ley y las instituciones además de estigmatizar al niño, de etiquetarlo, y de impulsarlo a actuar como es nombrado y tratado ; castiga sin un fin social. Para que el castigo cumpla alguna de sus funciones educadoras, es necesario, en primer lugar, que el castigado entienda porque esta siendo sancionado. Además; existe un sistemático olvido de la pregunta por las motivaciones del niño trasgresor. Es cierto lo dicho respecto de la capacidad de abstracción del niño; pero esto no significa que no sea capaz de desarrollar motivaciones y justificaciones de su acción, siempre ligadas a su práctica. En este caso; se establecen, claramente, motivaciones afectivas asociadas al núcleo más cercano de relación y protección que, cuando se trata de delito infantil, suele coincidir con el grupo que participa de la acción/delito.
Si se desconoce el aspecto motivacional del delito infantil, como se ha venido haciendo, el tratamiento de este será inevitablemente fallido, pues se intervendrá sobre el niño como si este fuera un agente pasivo, mere receptor de estímulos sin capacidad de intención, o se identificaran intenciones distintas de las elaboradas intersubjetivamente por el propio niño.
Como se puede ver el dialogo entre ley y sujeto trasgresor; entre instituciones y niño, no es posible dada la intención de hacer al niño hablar en el lenguaje de la institución. Se desarrolla toda una estructura legal e institucional para castigar y re- educar sin oír al niño, y sin permitirle hablar. Así no hay comunicación posible. No hay mejora posible sin comunicación.
Wednesday, December 20, 2006
Discurso De Genero
Ningún discurso (tampoco el de género) es neutral, es decir, que porta una forma de entender (y de no entender por lo tanto) y una voluntad de hacer (y no hacer) determinada, en este caso, respecto de las relaciones e identidades de género, de las posiciones frente al poder y de la definición de estrategias en cuanto a familia, trabajo, participación política y derechos sexuales y reproductivos.
Leer el discurso de género implica, pues, un desmontaje de las distintas categorías que lo constituyen.
Por otra parte, es necesario decir que los discursos se articulan no solo en forma de afirmación; sino también en forma de negación; proceso a través del cual se generan espacios de sentido que instituyen y legitiman prácticas sociales y culturales, en este caso, en relación al rol y status de la mujer en la sociedad chilena.
Respecto del discurso de género diremos que opera, por una parte, en su negación y conjuración de las prácticas de discriminación laboral e identificación de la mujer como madre y esposa, como núcleo simbólico productivo para los fines de consolidación democrática de la concertación y, por otra, en consecuencia como aparato de distinción de la dictadura. Entendiéndolo simbólicamente como lo represivo, lo que domina, lo patriarcal.
El conjunto de estos discursos evocan un relato primordial que ubica la marginación de la mujer en el ánimo de otras voluntades no democráticas; y que, por lo tanto, encuentra el deseo de inclusión y participación de la mujeres en sectores progresistas fácilmente identificables con la concertación.
Los malos son los militares que penalizaron el aborto terapéutico, la iglesia que castiga y acusa el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y que, además, junto a los sectores conservadores apoya la idea de la familia como responsabilidad y lugar de la mujer.
El discurso de género puede así ser entendido como una formación simbólica funcional al proyecto de cohesionar la sociedad en torno a valores y normas culturales nuevas, propias de la democracia materializada en los gobiernos de la concertación.
Con el discurso que se plantea como contra- discurso de crítica cultural que excede los márgenes instituidos; que denuncia la injusticia de que la mujer no entre con fuerza al mercado laboral, que defiende el derecho a decidir sobre el cuerpo, se ponen en juego un conjunto de mecanismos, de funciones, de deseos que elaboran un contenido productivo para las nuevas fuerzas de la sociedad.
Así, mientras se cuestiona a la familia como lugar de la mujer, se ponen los derechos sexuales y reproductivos en el foco discursivo de la mujer y se lucha por su plena integración al mundo del trabajo asalariado, al mismo tiempo se identifica el lugar de la mujer con lo privado diciendo que: “el cuerpo es el único territorio que pertenece a las mujeres”.
Al mismo tiempo se dice que: “… lo más importante es brindar el apoyo necesario para compatibilizar las responsabilidades familiares y laborales”; ya lejos de plantear una crítica al sistema de dominación patriarcal materializado en el estado, se aboga por la inclusión de las mujeres en él.
Es así como el discurso de género dispone un conjunto de elementos elaborando un dispositivo que configura una representación simbólica donde se establecen los malos y lo malo; y por consiguiente a los buenos y lo bueno. Lo que produce, constituye, sistematiza y legitima es una figura simbólica que relaciona lo femenino, lo autónomo, lo libre, lo incluido con lo democrático, lo justo, lo reproducible.
Es un discurso altamente preformativo donde se funda la verdad y la ciudadanía a partir del reconocimiento de lo que debe ser desechado. Se establece claramente lo que no hay que hacer:
- no percibir a la mujer como madre- esposa
- no dejarla fuera del mercado laboral
- no decirle que hacer con su cuerpo
Y lo que hay que hacer:
- participar (como mujer) de las instituciones del estado y administrar la discriminación y marginación de la esfera pública desde el gobierno, que se identifica como el terreno (único) de lo democrático
- incluirse dentro del mercado del trabajo asalariado, esto es, proporcionar más mano de obra barata
- ayudar a las mujeres a compatibilizar familia y trabajo. Lo privado y lo público.
Los discursos de género funcionan como límite significante de una época oscura y configuran una nueva- otra cohesión social. Donde, a modo de analogía, no se le dice a las mujeres que hacer con su cuerpo, pero si que hacer con sus vidas.
Así, el intento por hacer una pregunta desestabilizadora del sistema discursivo en que están inscritas las proposiciones conservadoras; se transforma en la respuesta fundante de un nuevo sistema discursivo hegemónico.
Si bien las palabras, el discurso, tienen poder, poseen impactos particulares y diferenciados ya sea por la ausencia o sobre exposición de sus contenidos. Esto tiene que ver con las condiciones institucionales de su utilización (Bourdieu); es decir, la circulación masiva de estos discursos; la repetición y difusión de ellos, no solo por los medios de comunicación masivos, sino principalmente por emisores legitimados y/o carismáticos (como Bachelet) es fundamental para que estos articulen un poder real; que va desde su sola presencia a su capacidad potencial de interferir los códigos de la discursividad convencional.
Entre la emisión y la transmisión del discurso de género esta el proceso de circulación donde es necesario prestar atención a los poderes que seleccionan la información que será receptada. Desde esta perspectiva la utilización del discurso de género como dispositivo de articulación de un nuevo discurso hegemónico no ha de ser responsabilidad exclusiva de quienes “hablan” el discurso; sino de quiénes lo hacen circular e instalarse en el debate.
Por otra parte no podemos descartar otra línea de análisis que tiene que ver con la idea de Foucault de que el poder no se posee sino se ejerce a través de una red, de individuos en posición de sufrir y ejercer poder. Desde aquí es posible que las mujeres tras el discurso de género hayan intentado visualizar las localizaciones del poder para activar las estrategias necesarias de posicionamiento de su discurso.
Siguiendo con la línea de análisis desde Foucault diremos que existen lenguajes segregados que no están disponibles en el mercado de los intercambios lingüísticos; entre ellos, los discursos feministas que fueron expulsados sistemáticamente de la escena pública. Por mucho tiempo permanecieron relegados a la oralidad y algunos seminarios y charlas teniendo el discurso una circulación más restringida. En el texto de Foucault, El Orden del Discurso el autor señala que las prohibiciones, como procedimientos de censura de los discursos para dominar el poder que estos tienen, se imponen en dos regiones críticas: la sexualidad y la política. Una de las consideraciones de Foucault tiene que ver con la relación discurso/prohibición en la palabra del loco, que lleva a su segregación. De modo similar podríamos considerar a la mujer, discurso despreciado por la mera corporalidad distinta. Histérica, loca, demasiado emocional, chismosa.
Así, para aparecer, para hacerse visible, las mujeres tienden a transformarse, simbólicamente, en hombres. A asumir las formas del discurso dominante, viril; que las vuelven susceptibles de asimilación por los poderes construidos desde la dominación masculina, perdiendo así su valor trasgresor. Pues, el poder de los discursos aceptados/difundidos inhabilita el poder de los discursos que establecen una crítica al orden establecido.
Podríamos afirmar que para lograr posicionamiento público el discurso de género ha utilizado procedimientos de restricción y coacción interna, así como mecanismos de vigilancia discursiva.
Leer el discurso de género implica, pues, un desmontaje de las distintas categorías que lo constituyen.
Por otra parte, es necesario decir que los discursos se articulan no solo en forma de afirmación; sino también en forma de negación; proceso a través del cual se generan espacios de sentido que instituyen y legitiman prácticas sociales y culturales, en este caso, en relación al rol y status de la mujer en la sociedad chilena.
Respecto del discurso de género diremos que opera, por una parte, en su negación y conjuración de las prácticas de discriminación laboral e identificación de la mujer como madre y esposa, como núcleo simbólico productivo para los fines de consolidación democrática de la concertación y, por otra, en consecuencia como aparato de distinción de la dictadura. Entendiéndolo simbólicamente como lo represivo, lo que domina, lo patriarcal.
El conjunto de estos discursos evocan un relato primordial que ubica la marginación de la mujer en el ánimo de otras voluntades no democráticas; y que, por lo tanto, encuentra el deseo de inclusión y participación de la mujeres en sectores progresistas fácilmente identificables con la concertación.
Los malos son los militares que penalizaron el aborto terapéutico, la iglesia que castiga y acusa el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y que, además, junto a los sectores conservadores apoya la idea de la familia como responsabilidad y lugar de la mujer.
El discurso de género puede así ser entendido como una formación simbólica funcional al proyecto de cohesionar la sociedad en torno a valores y normas culturales nuevas, propias de la democracia materializada en los gobiernos de la concertación.
Con el discurso que se plantea como contra- discurso de crítica cultural que excede los márgenes instituidos; que denuncia la injusticia de que la mujer no entre con fuerza al mercado laboral, que defiende el derecho a decidir sobre el cuerpo, se ponen en juego un conjunto de mecanismos, de funciones, de deseos que elaboran un contenido productivo para las nuevas fuerzas de la sociedad.
Así, mientras se cuestiona a la familia como lugar de la mujer, se ponen los derechos sexuales y reproductivos en el foco discursivo de la mujer y se lucha por su plena integración al mundo del trabajo asalariado, al mismo tiempo se identifica el lugar de la mujer con lo privado diciendo que: “el cuerpo es el único territorio que pertenece a las mujeres”.
Al mismo tiempo se dice que: “… lo más importante es brindar el apoyo necesario para compatibilizar las responsabilidades familiares y laborales”; ya lejos de plantear una crítica al sistema de dominación patriarcal materializado en el estado, se aboga por la inclusión de las mujeres en él.
Es así como el discurso de género dispone un conjunto de elementos elaborando un dispositivo que configura una representación simbólica donde se establecen los malos y lo malo; y por consiguiente a los buenos y lo bueno. Lo que produce, constituye, sistematiza y legitima es una figura simbólica que relaciona lo femenino, lo autónomo, lo libre, lo incluido con lo democrático, lo justo, lo reproducible.
Es un discurso altamente preformativo donde se funda la verdad y la ciudadanía a partir del reconocimiento de lo que debe ser desechado. Se establece claramente lo que no hay que hacer:
- no percibir a la mujer como madre- esposa
- no dejarla fuera del mercado laboral
- no decirle que hacer con su cuerpo
Y lo que hay que hacer:
- participar (como mujer) de las instituciones del estado y administrar la discriminación y marginación de la esfera pública desde el gobierno, que se identifica como el terreno (único) de lo democrático
- incluirse dentro del mercado del trabajo asalariado, esto es, proporcionar más mano de obra barata
- ayudar a las mujeres a compatibilizar familia y trabajo. Lo privado y lo público.
Los discursos de género funcionan como límite significante de una época oscura y configuran una nueva- otra cohesión social. Donde, a modo de analogía, no se le dice a las mujeres que hacer con su cuerpo, pero si que hacer con sus vidas.
Así, el intento por hacer una pregunta desestabilizadora del sistema discursivo en que están inscritas las proposiciones conservadoras; se transforma en la respuesta fundante de un nuevo sistema discursivo hegemónico.
Si bien las palabras, el discurso, tienen poder, poseen impactos particulares y diferenciados ya sea por la ausencia o sobre exposición de sus contenidos. Esto tiene que ver con las condiciones institucionales de su utilización (Bourdieu); es decir, la circulación masiva de estos discursos; la repetición y difusión de ellos, no solo por los medios de comunicación masivos, sino principalmente por emisores legitimados y/o carismáticos (como Bachelet) es fundamental para que estos articulen un poder real; que va desde su sola presencia a su capacidad potencial de interferir los códigos de la discursividad convencional.
Entre la emisión y la transmisión del discurso de género esta el proceso de circulación donde es necesario prestar atención a los poderes que seleccionan la información que será receptada. Desde esta perspectiva la utilización del discurso de género como dispositivo de articulación de un nuevo discurso hegemónico no ha de ser responsabilidad exclusiva de quienes “hablan” el discurso; sino de quiénes lo hacen circular e instalarse en el debate.
Por otra parte no podemos descartar otra línea de análisis que tiene que ver con la idea de Foucault de que el poder no se posee sino se ejerce a través de una red, de individuos en posición de sufrir y ejercer poder. Desde aquí es posible que las mujeres tras el discurso de género hayan intentado visualizar las localizaciones del poder para activar las estrategias necesarias de posicionamiento de su discurso.
Siguiendo con la línea de análisis desde Foucault diremos que existen lenguajes segregados que no están disponibles en el mercado de los intercambios lingüísticos; entre ellos, los discursos feministas que fueron expulsados sistemáticamente de la escena pública. Por mucho tiempo permanecieron relegados a la oralidad y algunos seminarios y charlas teniendo el discurso una circulación más restringida. En el texto de Foucault, El Orden del Discurso el autor señala que las prohibiciones, como procedimientos de censura de los discursos para dominar el poder que estos tienen, se imponen en dos regiones críticas: la sexualidad y la política. Una de las consideraciones de Foucault tiene que ver con la relación discurso/prohibición en la palabra del loco, que lleva a su segregación. De modo similar podríamos considerar a la mujer, discurso despreciado por la mera corporalidad distinta. Histérica, loca, demasiado emocional, chismosa.
Así, para aparecer, para hacerse visible, las mujeres tienden a transformarse, simbólicamente, en hombres. A asumir las formas del discurso dominante, viril; que las vuelven susceptibles de asimilación por los poderes construidos desde la dominación masculina, perdiendo así su valor trasgresor. Pues, el poder de los discursos aceptados/difundidos inhabilita el poder de los discursos que establecen una crítica al orden establecido.
Podríamos afirmar que para lograr posicionamiento público el discurso de género ha utilizado procedimientos de restricción y coacción interna, así como mecanismos de vigilancia discursiva.
Friday, November 10, 2006
Más que deconstrucción. Sartre.
La carta sobre el humanismo de Sartre es el célebre, poderoso prólogo al libro de Frantz Fanon, Los condenados de la tierra. Sartre se pone fuera de la historia de Europa. Saca no al cogito sino a Europa de la centralidad. Pone al sujeto en las colonias, entre los argelinos rebeldes. Heidegger, que –en su famoso curso de lógica de 1934– había dicho “los negros no tienen historia”, no iba a ser quien sacara el sujeto de Europa y lo metiera entre argelinos. Tampoco sus discípulos. Sacan al sujeto, matan el humanismo, claman por la diferencia, piden no olvidar al Ser y lo centralizan en esa “morada” en que Heidegger (con sus fórmulas entre sacras y zen) decía estaba el Ser: el lenguaje. Pero todo esto no se corre de continente. Hay un Centro que permanece. El de siempre: Europa.
Sartre, no. Sartre les habla a los europeos. Ya no somos el sujeto del razonamiento –les dice–, somos el objeto. Europa es objeto. El sujeto no sólo se ha descentralizado. Se ha “periferizado”. El sujeto mora en las colonias. En el lenguaje y en la praxis revolucionaria de los colonizados. Ahí está, ahora, el humanismo. Ahí, ahora, se escribe la “historia del hombre”. Además, cuando Sartre habla de las calamidades del “humanismo capitalista”, no habla de la “devastación de la tierra”, de la transformación del mundo en “negocio”, del “tiempo devenido rapidez”. Su descripción del humanismo europeo tiene otro sabor, otro tono. Escuchemos: “Ustedes (les dice a sus coterráneos), tan liberales, tan humanos, que llevan al preciosismo el amor por la cultura, parecen olvidar que tienen colonias y que allí se asesina en su nombre”. Sigo: “Hay que afrontar un espectáculo inesperado: el ‘striptease’ de nuestro humanismo. Helo aquí desnudo y nada hermoso: no era sino una ideología mentirosa: la exquisita justificación del pillaje”. Sigo: “El europeo no ha podido hacerse hombre sino fabricando esclavos y monstruos”. Más: “Nuestras víctimas nos conocen por sus heridas y por sus cadenas: eso hace irrefutable su testimonio. Basta que nos muestren lo que hemos hecho de ellas para que conozcamos lo que hemos hecho de nosotros mismos”. Y por fin: “Es el fin, como verán ustedes: Europa hace agua por todas partes. ¿Qué ha sucedido? Simplemente, que éramos los sujetos de la historia y ahora somos sus objetos”.
Sartre, no. Sartre les habla a los europeos. Ya no somos el sujeto del razonamiento –les dice–, somos el objeto. Europa es objeto. El sujeto no sólo se ha descentralizado. Se ha “periferizado”. El sujeto mora en las colonias. En el lenguaje y en la praxis revolucionaria de los colonizados. Ahí está, ahora, el humanismo. Ahí, ahora, se escribe la “historia del hombre”. Además, cuando Sartre habla de las calamidades del “humanismo capitalista”, no habla de la “devastación de la tierra”, de la transformación del mundo en “negocio”, del “tiempo devenido rapidez”. Su descripción del humanismo europeo tiene otro sabor, otro tono. Escuchemos: “Ustedes (les dice a sus coterráneos), tan liberales, tan humanos, que llevan al preciosismo el amor por la cultura, parecen olvidar que tienen colonias y que allí se asesina en su nombre”. Sigo: “Hay que afrontar un espectáculo inesperado: el ‘striptease’ de nuestro humanismo. Helo aquí desnudo y nada hermoso: no era sino una ideología mentirosa: la exquisita justificación del pillaje”. Sigo: “El europeo no ha podido hacerse hombre sino fabricando esclavos y monstruos”. Más: “Nuestras víctimas nos conocen por sus heridas y por sus cadenas: eso hace irrefutable su testimonio. Basta que nos muestren lo que hemos hecho de ellas para que conozcamos lo que hemos hecho de nosotros mismos”. Y por fin: “Es el fin, como verán ustedes: Europa hace agua por todas partes. ¿Qué ha sucedido? Simplemente, que éramos los sujetos de la historia y ahora somos sus objetos”.
Europa se ha hecho haciendo esclavos y monstruos. Los esclavos y los monstruos se rebelan y en esa rebelión, por medio de ella, se hacen hombres y sujetos de la historia.Europa, la esclavizadora, la del Terror de los paracaidistas en Argelia , ya no tiene el logos, ya no tiene el fonocentrismo, ya no tiene qué decir. El sujeto está en otra territorialidad ontológica: la periferia. Los esclavos y los monstruos de la Europa capitalista: ellos, ahora, tienen la palabra.
De esta forma, la importancia de Sartre, reside hoy en postular un humanismo periférico al del poder, un humanismo que logra su centralidad en la praxis, que no queda preso del lenguaje sino que lo utiliza para la denuncia de la vejación (“esclavos y monstruos”) y que no se propone sólo descentralizar al sujeto o deconstruirlo sino “acuchillarle las garras”.
De esta forma, la importancia de Sartre, reside hoy en postular un humanismo periférico al del poder, un humanismo que logra su centralidad en la praxis, que no queda preso del lenguaje sino que lo utiliza para la denuncia de la vejación (“esclavos y monstruos”) y que no se propone sólo descentralizar al sujeto o deconstruirlo sino “acuchillarle las garras”.
Thursday, September 21, 2006
las horas y no la vida
la caricia es un modo de ser del sujeto en el que el sujeto, por el contacto con otro, va más allá de ese contacto… lo acariciado propiamente hablando no se toca. No es la suavidad o el calor de la mano que se da en el contacto lo que busca la caricia… la caricia no sabe lo que busca.
en lo desordenado de las caricias hay la confesión de un acceso imposible, de una violencia fracasada, de una posesión rechazada. Hay también el ridículo trágico del simulacro del comer en el beso y el mordisco. Como si se equivocase uno en la naturaleza del deseo, confundido primero con el hambre que busca algo, y se descubriese entonces como hambre de nada. El otro es precisamente esta dimensión sin objeto.
la caricia es la espera de ese puro porvenir sin contenido. Es en este sentido que las caricias no profesan método alguno ni apuntan a otro fin que el acariciar...
Saturday, August 12, 2006
teoria+accion= Pingüinos
El año de los pingüinos
Ya en abril de 2006 los estudiantes secundarios, primero en Santiago y luego en todo Chile, comenzaron a movilizarse en las calles por: la gratuidad del pase escolar y viajes ilimitados durante todo el año, gratuidad de la PSU, raciones alimenticias para todos los que lo necesiten, practicas pagadas para los liceos técnicos y derogación del decreto 524 que regula la conformación de los centros de alumnos (imponiendo, por ejemplo, un profesor a cargo).
Movilizaciones de miles de personas y a solo un mes del inicio del gobierno de Michelle Bachelet.
El estado intento, primero, deslegitimar las movilizaciones criminalizándolas. El movimiento secundario respondió replegándose a los liceos, iniciando tomas.
El Gobierno intento, después, acusarlos de no tener control sobre su gente… pero, ¿Quién controla a quien? Los voceros respondían diciendo que las decisiones de las asambleas se respetan, pero que la provocación de los agentes represivos (la policía), tiene efectos que no son previsibles.
Un tercer ataque iba encaminado a desmerecer su capacidad de organización; decían que no era posible resolver algo en una asamblea abierta; intentaron imponer su política de negociación a puertas cerradas con un par de dirigentes. Los secundarios respondieron llegando en masa, y con voceros de regiones, a las reuniones, exigiendo un espacio más amplio donde poder realizar la asamblea. Ningún vocero entró a reunirse con los representantes del gobierno.
Finalmente, intentaron hablar de una instrumentalización del movimiento por parte de partidos de izquierda (principalmente el Partido Comunista); y, aunque no me cabe duda que les hubiera encantado lograr que los secundarios respondieran a las ordenes del comité central, los estudiantes mantuvieron su independencia; demostrando que el control lo tiene la asamblea, incluso sobre aquellos voceros que si tenían una filiación política partidaria.
En términos organizativos dieron pruebas irrefutables de que no es necesario para avanzar y conseguir resultados; organizarse como vienen haciéndolo los partidos de izquierda desde siempre, demostraron que la forma de hacer política tradicional responde a lógicas que benefician la estabilidad del estado (que lo perfeccionan).
En términos políticos; pasaron de las demandas particulares a cuestionar temas de fondo como la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y la Jornada Escolar Completa. Este podría ser un “giro estratégico” en palabras de Lenin.
Así los secundarios miran de frente al Estado y cuestionan su administración (al gobierno) y su estructura. Su apariencia y su esencia.
En términos sociales o de masividad; fueron capaces de convocar a otros actores sociales integrándolos, viendo el tema de la educación como parte de una totalidad. Así lograron que trabajadores de la salud, profesores, funcionarios públicos, apoderados, universitarios, artistas y muchos otros se plegaran a sus demandas y aprovecharan de impulsar las propias.
De algún modo los estudiantes lograron enseñarle al mundo adulto un modo de actuar políticamente que funciona y que no se arrodilla frente al estado.
El viejo fantasma que recorre los discursos
El Marxismo, Marx, Comunismo, Leninismo, Revolución. Todos viejos fantasmas escritos, recordados y citados con mayúscula que atormentan los discursos.
En ningún momento se escucho a algún vocero de los secundarios hablar de alguno de estos fantasmas.
¿Es que no estaban presentes? Tal vez si, pero de lo que estaban hablando los secundarios era de “hacer”. Este otro fantasma que la historia del marxismo ha escrito con minúscula: praxis.
La praxis es lo que une al sujeto (como idea o como “ser para sí”) y al objeto (como materia o “ser en sí”).
La praxis es lo que nos permite echar andar la revolución, es la actividad humana transformadora de la sociedad, sin reducir a los hombres a condiciones materiales económicas que los determinan, pues ¿Cómo van a estar los sujetos determinados por algo si se trata de relaciones sociales y no cosas?
De sujeto que se construye así como los estudiantes secundarios irrumpieron en el escenario político rasgando el telón de la democracia burguesa que sustenta al estado. De sujeto que se hace actor protagónico, aun cuando lo pretenden invisibilizar.
La praxis es la oposición a aquellos que creen que es la materia la que avanza al socialismo y no los sujetos históricos.
El hacer, probablemente no se desprenda de la concepción de que el socialismo es inevitable, de que en la sociedad rigen las mismas leyes que rigen en la naturaleza, tal vez por eso es que los estudiantes secundarios son capaces de hacer, por que no tienen en las mentes y en las manos estas ideas propias de la izquierda tradicional. Es que “el marxismo [no] es todopoderoso por que es cierto”
Los secundarios fueron capaces de poner en tela de juicio la “profundización de la democracia” de la Concertación, por que no quisieron jugar el juego con sus reglas de representatividad. Por que, tal vez instintivamente, comprendieron que la participación en esta democracia, como factor externo a la totalidad social, no nos sirve. Así como Mariátegui dijo: la democracia sólo es real como sustancia de socialismo, o como atributo de. Lo importante, nos sigue diciendo, no es aspirar a uno de los espacios parciales, superficiales y aislados, al medio metro que nos ofrece el sistema capitalista. Lo importante es cambiar la sociedad como totalidad. Y a mi me parece que los secundarios contribuyeron (por que la revolución no se hace en un día o a partir de un solo movimiento) a recordarnos esto. Que es necesario también cambiar las formas de hacer política, que se puede en la medida que nos comprendamos como sujetos activos y no como objetos.
Los estudiantes no quisieron aceptar las formas de negociación del gobierno, no suplicaron por ser aceptados en una de sus oficinas, ni se contentaron con un pase escolar gratuito o una PSU gratuita, apuntaron a una legitimación de SU forma de organizarse y hacer, a una revisión de la sociedad toda de la calidad de la educación, de la educación que necesitamos para la sociedad que queremos.
No hay que esperar a que las condiciones objetivas se den, debemos crearlas.
Ernesto Ché Guevara.
Ya en abril de 2006 los estudiantes secundarios, primero en Santiago y luego en todo Chile, comenzaron a movilizarse en las calles por: la gratuidad del pase escolar y viajes ilimitados durante todo el año, gratuidad de la PSU, raciones alimenticias para todos los que lo necesiten, practicas pagadas para los liceos técnicos y derogación del decreto 524 que regula la conformación de los centros de alumnos (imponiendo, por ejemplo, un profesor a cargo).
Movilizaciones de miles de personas y a solo un mes del inicio del gobierno de Michelle Bachelet.
El estado intento, primero, deslegitimar las movilizaciones criminalizándolas. El movimiento secundario respondió replegándose a los liceos, iniciando tomas.
El Gobierno intento, después, acusarlos de no tener control sobre su gente… pero, ¿Quién controla a quien? Los voceros respondían diciendo que las decisiones de las asambleas se respetan, pero que la provocación de los agentes represivos (la policía), tiene efectos que no son previsibles.
Un tercer ataque iba encaminado a desmerecer su capacidad de organización; decían que no era posible resolver algo en una asamblea abierta; intentaron imponer su política de negociación a puertas cerradas con un par de dirigentes. Los secundarios respondieron llegando en masa, y con voceros de regiones, a las reuniones, exigiendo un espacio más amplio donde poder realizar la asamblea. Ningún vocero entró a reunirse con los representantes del gobierno.
Finalmente, intentaron hablar de una instrumentalización del movimiento por parte de partidos de izquierda (principalmente el Partido Comunista); y, aunque no me cabe duda que les hubiera encantado lograr que los secundarios respondieran a las ordenes del comité central, los estudiantes mantuvieron su independencia; demostrando que el control lo tiene la asamblea, incluso sobre aquellos voceros que si tenían una filiación política partidaria.
En términos organizativos dieron pruebas irrefutables de que no es necesario para avanzar y conseguir resultados; organizarse como vienen haciéndolo los partidos de izquierda desde siempre, demostraron que la forma de hacer política tradicional responde a lógicas que benefician la estabilidad del estado (que lo perfeccionan).
En términos políticos; pasaron de las demandas particulares a cuestionar temas de fondo como la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y la Jornada Escolar Completa. Este podría ser un “giro estratégico” en palabras de Lenin.
Así los secundarios miran de frente al Estado y cuestionan su administración (al gobierno) y su estructura. Su apariencia y su esencia.
En términos sociales o de masividad; fueron capaces de convocar a otros actores sociales integrándolos, viendo el tema de la educación como parte de una totalidad. Así lograron que trabajadores de la salud, profesores, funcionarios públicos, apoderados, universitarios, artistas y muchos otros se plegaran a sus demandas y aprovecharan de impulsar las propias.
De algún modo los estudiantes lograron enseñarle al mundo adulto un modo de actuar políticamente que funciona y que no se arrodilla frente al estado.
El viejo fantasma que recorre los discursos
El Marxismo, Marx, Comunismo, Leninismo, Revolución. Todos viejos fantasmas escritos, recordados y citados con mayúscula que atormentan los discursos.
En ningún momento se escucho a algún vocero de los secundarios hablar de alguno de estos fantasmas.
¿Es que no estaban presentes? Tal vez si, pero de lo que estaban hablando los secundarios era de “hacer”. Este otro fantasma que la historia del marxismo ha escrito con minúscula: praxis.
La praxis es lo que une al sujeto (como idea o como “ser para sí”) y al objeto (como materia o “ser en sí”).
La praxis es lo que nos permite echar andar la revolución, es la actividad humana transformadora de la sociedad, sin reducir a los hombres a condiciones materiales económicas que los determinan, pues ¿Cómo van a estar los sujetos determinados por algo si se trata de relaciones sociales y no cosas?
De sujeto que se construye así como los estudiantes secundarios irrumpieron en el escenario político rasgando el telón de la democracia burguesa que sustenta al estado. De sujeto que se hace actor protagónico, aun cuando lo pretenden invisibilizar.
La praxis es la oposición a aquellos que creen que es la materia la que avanza al socialismo y no los sujetos históricos.
El hacer, probablemente no se desprenda de la concepción de que el socialismo es inevitable, de que en la sociedad rigen las mismas leyes que rigen en la naturaleza, tal vez por eso es que los estudiantes secundarios son capaces de hacer, por que no tienen en las mentes y en las manos estas ideas propias de la izquierda tradicional. Es que “el marxismo [no] es todopoderoso por que es cierto”
Los secundarios fueron capaces de poner en tela de juicio la “profundización de la democracia” de la Concertación, por que no quisieron jugar el juego con sus reglas de representatividad. Por que, tal vez instintivamente, comprendieron que la participación en esta democracia, como factor externo a la totalidad social, no nos sirve. Así como Mariátegui dijo: la democracia sólo es real como sustancia de socialismo, o como atributo de. Lo importante, nos sigue diciendo, no es aspirar a uno de los espacios parciales, superficiales y aislados, al medio metro que nos ofrece el sistema capitalista. Lo importante es cambiar la sociedad como totalidad. Y a mi me parece que los secundarios contribuyeron (por que la revolución no se hace en un día o a partir de un solo movimiento) a recordarnos esto. Que es necesario también cambiar las formas de hacer política, que se puede en la medida que nos comprendamos como sujetos activos y no como objetos.
Los estudiantes no quisieron aceptar las formas de negociación del gobierno, no suplicaron por ser aceptados en una de sus oficinas, ni se contentaron con un pase escolar gratuito o una PSU gratuita, apuntaron a una legitimación de SU forma de organizarse y hacer, a una revisión de la sociedad toda de la calidad de la educación, de la educación que necesitamos para la sociedad que queremos.
No hay que esperar a que las condiciones objetivas se den, debemos crearlas.
Ernesto Ché Guevara.
Tuesday, June 27, 2006
diferencias de género como diferencias de poder
Sabemos que esto no puede ser... sepamos también, entonces, que de hacer se trata.
Como toda forma de dominación, la única forma de romperla es ejerciendo el poder que no se mendiga ni reivindica.
Es dejar de lamentarse por los años, por las muertes, por la discriminación y la violencia; y hacer algo.
Pero hacer algo no por “ser mujer”, es hacer algo por “ser”.
La reivindicación del Sujeto viviente, corporal, material, intersubjetivo, se ha hecho en el contexto de un orden (patriarcal) con su máxima estrategia de instaurar el poder de dominación a través de la propiedad, del cuerpo, la sexualidad, la tierra, los territorios, los medios de producción, la fuerza de producción, de la asignación de roles en razón del sexo, de la división social y sexual del trabajo.
Pero este mencionado orden no es una lógica fija, constante, universal ni eterna. Es también un movimiento que se amolda a sus propias necesidades y, si es necesario, hace concesiones para cooptar luchas e invertirlas a su favor. Por esto entiendo que la división de las luchas entre luchas de hombres y luchas de mujeres, tiene un efecto devastador sobre aquellos que nos resistimos a la dominación.
¿Debe acaso darse esta lucha dentro del sistema o desde fuera para quebrarlo y construir otro en el que, no solo las mujeres, quepan?
¿De que sirve a la mujer ser igual a los hombres legalmente, tener acceso a los mismos derechos, si el sistema no se transforma?
¿Transformación en el seno de un sistema excluyente que se escuda detrás del discurso de género (como de muchos otros) para sobrevivir?
¿Construir la identidad desde la lógica de lo universal?
La opresión no es una distorsión del sistema que puede ser reparada, es parte y esencia del mismo, así que hablar de la inclusión de la mujer me parece, más bien, una trampa.
¿Incluirnos donde? ¿A costa de quien? ¿En estados mínimos? ¿En medio del mercado total excluyente y marginador?
De acuerdo con el pensamiento liberal, por razones históricas y económicas las mujeres se encuentran en desventaja porque no se les han ofrecido las mismas oportunidades en el mercado. Integrarla implica darle igual acceso a la educación, la capacitación y el trabajo, como a los recursos económicos y productivos. Desde esta perspectiva la marginación de la mujer podría remediarse con una mejor incorporación de ellas a los servicios del estado (de bienestar) y a la economía de mercado.
Esta perspectiva oculta, a mi parecer, lo importante; y es que el fundamento de esta marginación se encuentra en la separación del trabajo productivo del trabajo
reproductivo que produjeron las sociedades modernas. Los hombres que tuvieron acceso
a la esfera pública debido a que no tenían las obligaciones del cuidado de la familia,
lograron una mejor posición por la valoración de su trabajo en el mercado. Las mujeres
responsables del trabajo reproductivo, es decir, de todo lo que esta relacionado con el
cuidado, alimentación y mantenimiento de los miembros de la familia, fueron relegadas
a la esfera de lo privado y su trabajo no transado en el mercado fue devaluado y
desestimado. Este trabajo reproductivo es funcional y se adapta a las necesidades del
desarrollo capitalista y por lo tanto la situación de la mujer está relacionada con la
valoración del trabajo reproductivo y sus repercusiones en la sociedad.
Desde esta perspectiva las conquistas conseguidas por las demandas de género no
podrían evadir la socialización del trabajo reproductivo para que este se convierta en
una responsabilidad de todos los miembros de una sociedad. Las mujeres seguirán
subordinadas por las desventajas que genera su desvalorización y sus oportunidades
laborales, educativas, de desarrollo empresarial y de participación en la vida publica, se
verán limitadas
El triunfo de la dominación ha sido sobre excluidos y excluidas. El aporte del discurso de género es en la medida de su crítica al patriarcado; que es una crítica perfectamente extrapolable a la dominación capitalista, que se ejerce sobre todos y todas.
Si nos quedamos en esta primera etapa, sin avanzar nunca a un cuestionamiento total, entonces esta parcialización de la mirada resulta peligrosa.
Muchas de esas mujeres que quemaban sostenes y luchaban por el sufragio universal, probablemente estarían hoy alineadas con las posturas liberales, entregadas al poder, intentado incidir en políticas publicas sin cuestionar al poder, al estado, a los gobiernos, al sistema. Volviéndose meras administradoras de una igualdad de género, que no es posible mientras la igualdad se limite al igual acceso a las mercancías.
La sola reivindicación de las mujeres no cambiará por si sola las condiciones indignas a las que nos lleva la sobre- racionalidad capitalista, neoliberal, globalizadora, patriarcal, etc. Es necesario entender que la formación de las clases tiene rostros de hombres y mujeres. Que la lucha indígena es una lucha de hombres y mujeres. Que la lucha anti- globalización es una lucha de hombres y mujeres.
El sistema (aunque me gustaría encontrar un termino menos abstracto y manoseado, no se me ocurre cual en este momento) ha logrado distanciar desobediencias que tienen mayor identidad que divergencias.
La vocación del poder (patriarcal si se quiere) es asignar diferencialmente el poder. La gran paradoja se presenta cuando, al acceder a él, le reproducimos de la misma manera en que nos oprimió. Así que, entrometernos será el camino para cuestionar el poder y proponer nuevas formas de ejercerlo.
Como toda forma de dominación, la única forma de romperla es ejerciendo el poder que no se mendiga ni reivindica.
Es dejar de lamentarse por los años, por las muertes, por la discriminación y la violencia; y hacer algo.
Pero hacer algo no por “ser mujer”, es hacer algo por “ser”.
La reivindicación del Sujeto viviente, corporal, material, intersubjetivo, se ha hecho en el contexto de un orden (patriarcal) con su máxima estrategia de instaurar el poder de dominación a través de la propiedad, del cuerpo, la sexualidad, la tierra, los territorios, los medios de producción, la fuerza de producción, de la asignación de roles en razón del sexo, de la división social y sexual del trabajo.
Pero este mencionado orden no es una lógica fija, constante, universal ni eterna. Es también un movimiento que se amolda a sus propias necesidades y, si es necesario, hace concesiones para cooptar luchas e invertirlas a su favor. Por esto entiendo que la división de las luchas entre luchas de hombres y luchas de mujeres, tiene un efecto devastador sobre aquellos que nos resistimos a la dominación.
¿Debe acaso darse esta lucha dentro del sistema o desde fuera para quebrarlo y construir otro en el que, no solo las mujeres, quepan?
¿De que sirve a la mujer ser igual a los hombres legalmente, tener acceso a los mismos derechos, si el sistema no se transforma?
¿Transformación en el seno de un sistema excluyente que se escuda detrás del discurso de género (como de muchos otros) para sobrevivir?
¿Construir la identidad desde la lógica de lo universal?
La opresión no es una distorsión del sistema que puede ser reparada, es parte y esencia del mismo, así que hablar de la inclusión de la mujer me parece, más bien, una trampa.
¿Incluirnos donde? ¿A costa de quien? ¿En estados mínimos? ¿En medio del mercado total excluyente y marginador?
De acuerdo con el pensamiento liberal, por razones históricas y económicas las mujeres se encuentran en desventaja porque no se les han ofrecido las mismas oportunidades en el mercado. Integrarla implica darle igual acceso a la educación, la capacitación y el trabajo, como a los recursos económicos y productivos. Desde esta perspectiva la marginación de la mujer podría remediarse con una mejor incorporación de ellas a los servicios del estado (de bienestar) y a la economía de mercado.
Esta perspectiva oculta, a mi parecer, lo importante; y es que el fundamento de esta marginación se encuentra en la separación del trabajo productivo del trabajo
reproductivo que produjeron las sociedades modernas. Los hombres que tuvieron acceso
a la esfera pública debido a que no tenían las obligaciones del cuidado de la familia,
lograron una mejor posición por la valoración de su trabajo en el mercado. Las mujeres
responsables del trabajo reproductivo, es decir, de todo lo que esta relacionado con el
cuidado, alimentación y mantenimiento de los miembros de la familia, fueron relegadas
a la esfera de lo privado y su trabajo no transado en el mercado fue devaluado y
desestimado. Este trabajo reproductivo es funcional y se adapta a las necesidades del
desarrollo capitalista y por lo tanto la situación de la mujer está relacionada con la
valoración del trabajo reproductivo y sus repercusiones en la sociedad.
Desde esta perspectiva las conquistas conseguidas por las demandas de género no
podrían evadir la socialización del trabajo reproductivo para que este se convierta en
una responsabilidad de todos los miembros de una sociedad. Las mujeres seguirán
subordinadas por las desventajas que genera su desvalorización y sus oportunidades
laborales, educativas, de desarrollo empresarial y de participación en la vida publica, se
verán limitadas
El triunfo de la dominación ha sido sobre excluidos y excluidas. El aporte del discurso de género es en la medida de su crítica al patriarcado; que es una crítica perfectamente extrapolable a la dominación capitalista, que se ejerce sobre todos y todas.
Si nos quedamos en esta primera etapa, sin avanzar nunca a un cuestionamiento total, entonces esta parcialización de la mirada resulta peligrosa.
Muchas de esas mujeres que quemaban sostenes y luchaban por el sufragio universal, probablemente estarían hoy alineadas con las posturas liberales, entregadas al poder, intentado incidir en políticas publicas sin cuestionar al poder, al estado, a los gobiernos, al sistema. Volviéndose meras administradoras de una igualdad de género, que no es posible mientras la igualdad se limite al igual acceso a las mercancías.
La sola reivindicación de las mujeres no cambiará por si sola las condiciones indignas a las que nos lleva la sobre- racionalidad capitalista, neoliberal, globalizadora, patriarcal, etc. Es necesario entender que la formación de las clases tiene rostros de hombres y mujeres. Que la lucha indígena es una lucha de hombres y mujeres. Que la lucha anti- globalización es una lucha de hombres y mujeres.
El sistema (aunque me gustaría encontrar un termino menos abstracto y manoseado, no se me ocurre cual en este momento) ha logrado distanciar desobediencias que tienen mayor identidad que divergencias.
La vocación del poder (patriarcal si se quiere) es asignar diferencialmente el poder. La gran paradoja se presenta cuando, al acceder a él, le reproducimos de la misma manera en que nos oprimió. Así que, entrometernos será el camino para cuestionar el poder y proponer nuevas formas de ejercerlo.
Wednesday, June 14, 2006
Wednesday, May 31, 2006
Comportamiento de Masas e Ideologia
Condicionamientos ideológicos en el estudio del comportamiento de masas.
"Yo viví en la ciudad en tiempos del desorden, viví en medio de mi gente en tiempos de rebelión. Así pasé los años que me tocó vivir." Daniel Viglietti
CASO 1: violentas protestas en Génova dejan millones de dólares en pérdidas y una decena de policías con heridas de mediana gravedad a manos de encapuchados.
CASO 2: las protestas anti globalización, por considerarla injusta y causante de la explotación de los países del tercer mundo, continuaron en Génova donde se realizaba la cumbre del G- 8. La ciudad fue cercada y había un policía cada 3 personas. Carlo Giuliani, un joven italiano, fue muerto por un disparo en la frente y atropellado tres veces por un carro lanza gases frente a sus amigos. los continuos ataques de la policía contra los manifestantes pacíficos desencadenaron la furia colectiva.
CASO 2: las protestas anti globalización, por considerarla injusta y causante de la explotación de los países del tercer mundo, continuaron en Génova donde se realizaba la cumbre del G- 8. La ciudad fue cercada y había un policía cada 3 personas. Carlo Giuliani, un joven italiano, fue muerto por un disparo en la frente y atropellado tres veces por un carro lanza gases frente a sus amigos. los continuos ataques de la policía contra los manifestantes pacíficos desencadenaron la furia colectiva.
Aunque los datos objetivos son los mismos en ambos casos, la impresión que pueden provocar es distinta.
Mientras en el caso 1 se destaca la irracionalidad y violencia del comportamiento de la masa; en el caso 2 se contextualiza el comportamiento, se deja claro que el fenómeno tiene una duración que va más allá del episodio y que los incidentes violentos se producen al final de un proceso.
Lo anterior se traduce en que el comportamiento de las masas en contextual y forma parte de un conflicto intergrupal.
Este ejercicio ilustra los efectos de la ideología en el estudio del comportamiento colectivo.
Algunos autores enfatizan la violencia a irracionalidad de los comportamientos de masas; otros afirman que durante estos episodios se acentúan las características individuales y se eliminan o reducen las aprendidas3.
Ambos desconocen los determinantes sociales del comportamiento de masas.
Estas formas de analizar el comportamiento de las masas suponen un ataque a los movimientos de protesta, tildándolos de antisociales, como si el cambio social que persiguen no fuese un fenómeno social. Podríamos hablar de comportamientos anti- societales, no antisociales.
Al ocultar el enfrentamiento ideológico entre ambos grupos, al ocultar el contexto del comportamiento de la masa, se patologiza su acción.
Las consecuencias de lo anterior son a nivel explicativo y político, según Reicher (1996).
Consecuencias explicativas:
- reificación: al no interpretar sus conductas en relacion con su contexto, las conductas de la masa parecen inherentes a ella.
- irracionalización: del mismo modo, estas conductas pareceran no tener sentido
- negativización: al proyectar los problemas y las tensiones de la sociedad en la naturaleza misma de las masas, éstas serán tratadas como un fenómeno negativo.
Consecuencias políticas:
- denegacion de la culpabilidad: violencia como característica natural de la masa; por lo tanto no se puede culpar de esta a los demás factores involucrados (injusticia social, policía, etc.)
- negación de la voz: dado que la masa es irracional, no tiene nada significativo que decir
- legitimación de la represión: como no es posible razonar con las masas, la única solución es reprimirlas
Otro de los limitantes ideológicos del estudio del comportamiento de las masas es que no se considera su carácter de interacción intergrupal, especialmente entre la masa y la policía.
Mientras en el caso 1 se destaca la irracionalidad y violencia del comportamiento de la masa; en el caso 2 se contextualiza el comportamiento, se deja claro que el fenómeno tiene una duración que va más allá del episodio y que los incidentes violentos se producen al final de un proceso.
Lo anterior se traduce en que el comportamiento de las masas en contextual y forma parte de un conflicto intergrupal.
Este ejercicio ilustra los efectos de la ideología en el estudio del comportamiento colectivo.
Algunos autores enfatizan la violencia a irracionalidad de los comportamientos de masas; otros afirman que durante estos episodios se acentúan las características individuales y se eliminan o reducen las aprendidas3.
Ambos desconocen los determinantes sociales del comportamiento de masas.
Estas formas de analizar el comportamiento de las masas suponen un ataque a los movimientos de protesta, tildándolos de antisociales, como si el cambio social que persiguen no fuese un fenómeno social. Podríamos hablar de comportamientos anti- societales, no antisociales.
Al ocultar el enfrentamiento ideológico entre ambos grupos, al ocultar el contexto del comportamiento de la masa, se patologiza su acción.
Las consecuencias de lo anterior son a nivel explicativo y político, según Reicher (1996).
Consecuencias explicativas:
- reificación: al no interpretar sus conductas en relacion con su contexto, las conductas de la masa parecen inherentes a ella.
- irracionalización: del mismo modo, estas conductas pareceran no tener sentido
- negativización: al proyectar los problemas y las tensiones de la sociedad en la naturaleza misma de las masas, éstas serán tratadas como un fenómeno negativo.
Consecuencias políticas:
- denegacion de la culpabilidad: violencia como característica natural de la masa; por lo tanto no se puede culpar de esta a los demás factores involucrados (injusticia social, policía, etc.)
- negación de la voz: dado que la masa es irracional, no tiene nada significativo que decir
- legitimación de la represión: como no es posible razonar con las masas, la única solución es reprimirlas
Otro de los limitantes ideológicos del estudio del comportamiento de las masas es que no se considera su carácter de interacción intergrupal, especialmente entre la masa y la policía.
Si la patología de la conducta recae solo sobre una de las partes entonces no solo se elimina todo el significado de la acción de la masa, sino que se elimina toda responsabilidad social y se justifica la represión como única forma de lidiar con las masas.
Tuesday, May 09, 2006
el castillo cayó
"Ah, cuanto tiempo perdido en pensar
que la vida se puede explicar
Con veneno intenté curación
¿por qué confié en mi razón?
Ya en un mar de palabras me ahogué
y fue en vano quererlas creer
Pero al fin el castillo cayó
y adentro sólo estoy yo
Vos ya sabías que todo es parcial
que no hay mapa que enseñe a viajar
que es el alma quien debe cantar
Que sólo un tonto se pone a correr
cuando la lluvia le besa los pies
Sirve el tiempo su mismo licor
que cada año acelera el temor
que en mi copa se amargue el sabor
que en mi copa se amargue el sabor
si no oigo a mi corazón"
Sunday, April 30, 2006
Construyamos Puentes
¿ Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo ?
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo,
Que nadie establece normas salvo la vida,
Que la vida sin ciertas normas pierde forma,
Que la forma no se pierde con abrirnos,
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente,
Que no está prohibido amar,
Que también se puede odiar,
Que el odio y el amor son afectos
Que la agresión porque sí hiere mucho,
Que las heridas se cierran,
Que las puertas no deben cerrarse,
Que la mayor puerta es el afecto,
Que los afectos nos definen,
Que definirse no es remar contra la corriente,
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja,
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio,
Que negar palabras implica abrir distancias,
Que encontrarse es muy hermoso,
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida,
Que la vida parte del sexo,
Que el "por qué" de los niños tiene un porque,
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad,
Que querer saber todo de todos es curiosidad malsana,
Que nunca está de más agradecer,
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo,
Que nadie quiere estar solo,
Que para no estar solo hay que dar,
Que para dar debimos recibir antes,
Que para que nos den hay que saber también cómo pedir,
Que saber pedir no es regalarse,
Que regalarse es, en definitiva, no quererse,
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos,
Que para que alguien "sea" hay que ayudarlo,
Que ayudar es poder alentar y apoyar,
Que adular no es ayudar,
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara,
Que las cosas cara a cara son honestas,
Que nadie es honesto porque no roba,
Que el que roba no es ladrón por placer,
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo,
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte,
Que se puede estar muerto en vida,
Que se siente con el cuerpo y la mente,
Que con los oídos se escucha,
Que cuesta ser sensible y no herirse,
Que herirse no es desangrarse,
Que para no ser heridos levantamos muros,
Que quien siembra muros no recoge nada,
Que casi todos somos albañiles de muros,
Que sería mejor construir puentes,
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve,
Que volver no implica retroceder,
Que retroceder también puede ser avanzar,
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol.
Monday, April 10, 2006
Parte Segunda: el otro
Lo otro no existe: tal es la fe racional, la incurable creencia de la razon humana.
Identidad = realidad, como si, a fin de cuentas, todo hubiera de ser, absoluta y necesariamente, uno y lo mismo. Pero lo otro no se deja eliminar; subsiste, persiste; es el hueso duro de roer en que la razón se deja los dientes. Abel Martín, con fe poética, no menos humana que la fe racional, creía en lo otro, en "la escencial heterogeneidad del ser", como si dijéramos en la incurable otredad que padece lo uno.
Antonio Machado
Thursday, April 06, 2006
Parte Primera: el espejo
Sunday, February 12, 2006
lo siento...
"Todos tenemos algo que deseamos ocultamente y a lo que nos negamos por temor a perder la vida, nuestra vida. Pero, ¿y si ese objeto llegará a nosotros, seguríamos apreciando la vida, nuestra vida, del mismo modo?, o, ¿descubriríamos entonces que eso que creíamos vida, no era más que un remedo de una plenitud compacta por la que valía la pena morir? "M.S.
a proposito de lo que dice él... o a proposito de lo que me pasa hoy.
Monday, January 30, 2006
una proyección colectiva del monstruoso... estado totalitario?
Ignacio Echeverria, columnista de la Revista de Libros del Mercurio (esta bien, nadie es perfecto).
Adorno sobre King Kong.
En su "Minima Moralia" , el filósofo alemán asoció la imagen del simio gigante con el ascenso del nazismo y vio en ella un intento de la humanidad por incorporar a la experiencia "lo que se burla de toda experiencia".
Este articulo es de él... uuh (suspiro).
Bueno, bueno que tanto? algunas suspiran con el pelmazo de Brad Pitt; permitanme a mi suspirar por este sujeto que me encontre por casualidad (existe eso?) en una sala de espera.
La foto es, si, es realmente justa y necesaria... ¡no soy un robok! Tengo sentimientos y hormonas, y algunos destellos de razon.
Aquí va el link del articulo.
http://diario.elmercurio.com/2006/01/06/revista_de_libros/articulos/noticias/impresionA79C7048-E703-43F0-8E9A-7AE120F40C7C.htm?id=%7BA79C7048-E703-43F0-8E9A-7AE120F40C7C%7D
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