Saturday, July 28, 2007

De síntoma, espectro y femicidio.




“… el goce fálico es el obstáculo por el cual el hombre no llega, diría yo, a gozar del cuerpo de la mujer, precisamente porque de lo que goza es del goce del órgano”.
Lacan, Seminario XX




Es por lo anterior que el hombre no puede gozar del cuerpo de la mujer como un todo, solo goza de una parte de él, transformándola en su objeto a, el objeto de su deseo, deseo de poseerla.
Es a esto a lo que Lacan se refiere cuando dice la relación sexual no existe, pues no es una relación, propiamente dicha, sino un intento de apropiación
[1] de uno sobre las otras. Dado que el goce de la mujer esta dividido, solo una parte de este se concentra alrededor del falo, la otra parte permanece no representable; no existe una única “femineidad” o, como dice Lacan “la mujer no existe”, sino que existen “las mujeres”.
“Aún así, la mujer puede acceder a la femineidad de modo singular para cada una, mediante la construcción de una elucubración a partir de los datos de su inconciente y sometida a las necesidades de su exigencia pulsional” (Lamovsky; 2003).
Decir que las mujeres no son “la” mujer significa que no se prestan a una generalización falocéntrica. De este modo debemos entender al feminismo levantándose contra las prescripciones de uniformidad y abstracción propias de la ideología que mantiene oculto el antagonismo (mujer: objeto a / hombre: intentando poseer al objeto a de su deseo) fundacional de la estructura de relaciones sociales.
Para Lacan, en un análisis, gracias al síntoma, el sujeto puede recuperar algo de la "verdad" de su "deseo", que llega "cifrado y no reconocido", por lo cual requiere de la interpretación. Esto "cifrado y no reconocido" como huella del síntoma, es aquello que el sujeto cedió, traicionó de su deseo. De esto no pueden no quedar consecuencias que se delatan por el síntoma a través de la insistencia significante. Así, el origen del síntoma permanece inconsciente a nivel de lo real no simbolizable; mientras que, tal como un espectro atemorizante, el síntoma nos revela algo de lo oculto/ indecible.
Entendiendo al femicidio como síntoma del antagonismo sexual real que aparece a modo de espectro, conmocionando a la sociedad organizada por los preceptos de la ideología neoliberal (libertad, igualdad, opción); bajo los que se esconde que la mujer es concebida como objeto a. Es para poder lidiar con este espectro que la misma ideología intenta simbolizar el femicidio a través de significantes coherentes con ella misma. Así; el femicidio aparece como un crimen penalizado por los aparatos legales (uno de los AIE de Althusser) del estado, pero se mantiene oculta su causa.

Feminismo, critica de la ideología y psicoanálisis comparten la posición de histéricos, traidores (como Trotsky) y locos; dentro de la sociedad capitalista, y, más aun, incluso dentro del discurso de izquierda.
Es por esto que me parece conveniente que compartan herramientas de análisis y no se nieguen a discutir sus miradas en pro de abrir opciones de acción política que reconozcan el antagonismo primordial, la necesidad oculta, lo inconsciente.
[1] Tal como el capitalista intenta apropiarse de la plusvalía generada por el trabajador, terminando con la alienación de este.

2 comments:

marite said...

Entonces el sintma esta al sevicio de que o de quien o muere en si mismo al visibilizarse?

PàjaroEnPecera said...

Primera vez que veo un blog que parece prueba de la u...jajaja, igual tan buenas las clases de Lacan!